Etiquetar a las personas, aún a riesgo de equivocarse una vez conocida, es uno de los grandes defectos en los que caemos con frecuencia.
A veces, sin dar la oportunidad de que el etiquetado pueda decir si quiera "...Yo soy", la etiqueta lo cataloga como "reo".....
La consecuencia: Etiquetar nos covierte a nosotros mismos en "reo"... en muchas ocasiones, reo de la estulticia.
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